miércoles, diciembre 06, 2006

Desmemoria y balance - Los Licuados 2006

Enero de 2006. Calor en la ciudad de Paraná. Rodolfo (aburrido) hace canciones en su casa. Las hace desde hace unos meses, solo, con su guitarra, pero casi nunca las termina. A Francisco lo conoce de vista. Sabe que se llama Francisco y que toca (o tocaba) un teclado. Francisco conoce a Rodolfo de vista, pero no conoce siquiera su nombre. Francisco tiene el teclado archivado y una mano enyesada.
Francisco y Rodolfo no conocen a Luciano. Luciano no conoce ni a Francisco ni a Rodolfo.
Rodolfo y Francisco se encuentran en la calle. Se saludan. Rodolfo invita a Francisco a "armar" esos pedazos de canciones, juntos. Francisco dice "si".
Luciano quiere formar una banda, pero no sabe con quién. Pregunta. Le dan un número de teléfono. Llama...

Febrero de 2006. Primeros encuentros entre Luciano, Francisco y Rodolfo. Simpatizan. Intercambian discos. Comienzan los primeros ensayos. Jueves y viernes al anochecer. Algunos resultan productivos, otros no.

Marzo de 2006. R, F, y L buscan alguien que quiera tocar la batería. No lo encuentran. Programan bases en una computadora. No entienden mucho. Y se nota.

Julio de 2006. Luciano, Francisco y Rodolfo "creen" estar listos y con ganas de mostrar a un reducido grupo de personas sus canciones.

Agosto de 2006. El día 11 es el elegido para el evento. Será en el Puesto 41, en el Mercado. Tres días antes aún no hay un nombre que capte el espíritu de dicho choque de personalidades. Surge de casualidad: LOS LICUADOS. Llega el día 11. Lo demás es historia conocida.

Diciembre de 2006. Calor en la ciudad de Paraná. Los amigos Licuados están un poco cansados. Llegan con lo justo a fin de año. Casi que ni se afeitan. Planean cenas navideñas y balcones con lucecitas. Pero se sienten solos. Nadie los invita comer. Menos aún a alguna pileta. No los invitan a tomar tragos ni a vacacionar por ahí.
Pero Los Licuados no desmayan. Y, con el último resto que les queda, van a grabar unas pocas canciones dentro de unos pocos días.

Y el 28 de diciembre, con toda la inocencia del mundo, tocarán por última vez en el 2006.
Salvo que Papá Noel los convoque para algún evento, multitudinario o íntimo, en alguna aldea perdida cercana al Polo Norte, tal vez al pie de alguna chimenea encendida, y recibir así, haciendo lo que más les gusta, al año nuevo.

Pero mientras tanto, nos gustaría saber de ustedes. Hasta entonces....